
¡Amada Familia del AGUA! Nos ReUnimos este 2021 de nuevo en un canto global y planetario, sabemos del poder de nuestro Canto. !Los invitamos a desplegar este potencial !
Honramos el agua como elemento vital y potencial infinito de transformación, desde la más pequeña gota hasta el más grande océano. Somos ella, y todo lo que existe en este planeta, pasa por entender profundamente esta relación.
Después de diez años de siembra en este espacio común que es Cantoalagua, reconocemos más que nunca el estrecho vínculo entre nuestras aguas internas y las aguas de nuestro amado planeta. Y reconocemos el poder del canto consciente como un puente necesario para unir tanto estos dos mundos, como otros mundos opuestos que hemos creído irreconciliables, como el de la ciencia y la espiritualidad. Este reconocimiento nos habla hoy de un potencial inexplorado, necesario para el cambio de paradigma al que nos vemos enfrentados para sobrevivir como especie.
Estamos siendo testigos de cambios sin precedentes en la humanidad que están afectando las formas como nos desenvolvemos social, cultural y ambientalmente. Hemos ingresado a un período de agudización de extremos opuestos en el que influencias de distintos niveles y causas afectan gravemente el Planeta, esta nave azul en la que viajamos por el espacio: nuestra casa común. Las circunstancias globales parecen ser cada día más complejas y estamos siendo testigos de eventos que jamás hubiésemos imaginado: sequías e inundaciones extremas, la disminución progresiva del acceso al agua, la apropiación de este recurso por las grandes corporaciones que venden a una humanidad sedienta. Peor aún, ha empezado a cotizarse en la bolsa.

El planeta Tierra sin embargo, ha tenido sus propios ciclos y con o sin nosotros, seguirá su propio proceso evolutivo: Es la consciencia humana la que necesita expandirse hacia el reconocimiento de la sacralidad de la vida que en ella habita. Nuestra propia supervivencia en el planeta lo requiere para este momento.
Ante este panorama queremos ir más allá de las protestas de turno y hacer un llamado a lo esencial: a reconocer en nuestra propia naturaleza la conciencia y el amor que nos impulsan y a reactivar esta convicción día a día en todo lo que hagamos; a seguir despertando desde el corazón en la UNIDAD, aceptando el llamado del agua a la transformación interior; a reconocernos como potencial de vida mientras cuidamos las aguas de nuestro planeta; a seguir descubriendo el Potencial Divino, Sagrado, Infinito, Invaluable y Vital, del preciado líquido que se manifiesta en nosotros y en nuestro universo: el AGUA.
¡Nuestra esencia es el agua! Somos gotas, ínfimas fracciones del gran océano de la existencia. Este es el potencial al que nos referimos: necesitamos reconocerlo y desplegarlo.
Sabemos que en una semilla está el potencial de una planta; tanto por experiencia como por intuición reconocemos la capacidad, fuerza o poder del que ella dispone para lograr aquello que en su naturaleza está destinada a ser (que de alguna manera ya es!) y que puede desarrollar en las condiciones apropiadas. Así como la semilla es un bosque potencial, el agua es generadora de vida. De la misma forma, tenemos dentro de nosotros una inmensa capacidad creadora; nuestras células nos lo recuerdan de forma permanente: este es nuestro más valioso recurso.
El agua, en sus múltiples manifestaciones nos remite al potencial infinito de energía que somos los seres humanos, el mismo que está presente y desbordándose como un río de vida en este amado planeta.

¿Cómo podemos despertar, activar y expandir el potencial planetario? La respuesta es simple, elevando nuestra vibración. Vivimos inmersos en vibraciones emitidas por cada átomo y molécula que conforma nuestro entorno; pero al hacer parte de él, éstas frecuencias son fruto de nuestro estado mental, emocional y físico conformando lo que conocemos como vibración personal, que a su vez se entrelaza con todas las demás vibraciones que forman parte de nuestra realidad.
Por eso nuestro llamado comienza en el cuidado de nosotros como individuos en todos estos aspectos. Cada semilla debidamente regada y cuidada logrará el bosque. Solo desde allí es posible vibrar como seres de energía en conexión con el todo, pues realmente nada ni nadie está separado. ¡Todos somos uno! Y al reconocernos en unidad, valoramos éste como un momento oportuno para asumir con mayor consciencia nuestra responsabilidad colectiva en el planeta que nos da todo para vivir en él. Aunque las formas de encuentro han cambiado, las acciones puntuales para proteger el agua son más importantes que nunca: la protección de páramos, humedales y ríos, la
toma de responsabilidad frente al consumo coherente del agua y todos los recursos planetarios, la protección de las selvas y el hábitat de las especies; el reconocimiento de la sacralidad de la vida y del planeta a través de los rituales según cada geografía, creencia y cultura, el desarrollo del arte consciente y las prácticas espirituales como la oración, la meditación o el canto sagrado, entre muchas otras, son parte del potencial disponible que es necesario accionar.

Es el momento de reconocer la infinita posibilidad de conexión energética a través de nuestros pensamientos y la frecuencia del corazón en el propósito de afirmar el Infinito Potencial que somos.
Cantoalagua, Potencial Planetario, invoca al reconocimiento de la capacidad creadora y transformadora que nos habita y que a la vez hace parte del potencial infinito de nuestro planeta. Porque así como somos agua, somos potencial de energía, somos potencial de amor, somos todo.
!!!Somos potencial planetario!!!
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